Oración del día
2 de enero de 2023
Señor, independientemente de nuestra edad no somos conscientes de la fragilidad de nuestras vidas. No queremos admitir que somos delicados vasos de cristal. Hechos, aparentemente insignificantes, se llevan nuestra vida como el sol naciente el rocío.
Sólo Tú, Señor, puedes darnos la vida eterna.
Por eso desde joven es conveniente tener en cuenta:
“Acuérdate de tu creador en los días de tu
juventud, antes que… lleguen los años de los cuales digas: No tengo
contentamiento”. (Eclesiastés 12:1).
Señor, danos sabiduría para no
menospreciar tu paciencia y bondad en los años de la edad madura. En la vejez,
haz que comprendamos las palabras del profeta:
“Prepárate para venir al encuentro de tu
Dios”. (Amós 4:12).
Señor Jesús, por tu gracia y sacrificio confesamos
que somos hijos de Dios. Lo somos por tu amor, no por nuestros méritos. Escucha
hoy, Señor, la confesión humilde de nuestra condición de esclavos de la muerte.
Ten compasión de nosotros los que todos los días nos equivocamos y añorando el
bien, hacemos el mal. Nuestra naturaleza proclive al mal nos domina.
Señor Jesús, danos la fortaleza de tu
Santo Espíritu para que podamos batallar contra nuestros egoísmos y vicios. Amén.
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