Oración del día
25 de enero de 2023
Padre nuestro:
En este hermoso día invoquemos a Dios para alabarlo. En el libro
Deuteronomio 4:7 leemos: "En verdad, ¿qué nación hay tan grande, cuyos dioses se
acerquen a ella como lo hace para nosotros, siempre que lo invocamos, Yavé,
nuestro Dios?"
A lo
largo del antiguo testamento en la historia de la salvación Dios se manifiesta
para guiar a su pueblo. Pero muchas veces es el pueblo el que se rebela y no
hace su voluntad. En el primer libro de Samuel (capítulo 7) piden al profeta un
rey para que no sea Dios quien los dirija. En otros pasajes lo abandonan para
ir a otros dioses. Pero en el nuevo testamento Jesús se ofrece como sacrificio
expiatorio por el pecado de todos para llevarnos a la vida eterna. En
testimonio de su sacrificio instituye la Eucaristía. A través de este
sacramento entramos en comunión con Dios.
"Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió
y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.»
Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: «Beban todos de ella:
esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por la
muchedumbre, para el perdón de sus pecados." (Mateo
26:26-28). Esto indica que no debemos rechazar el pan que Dios nos da porque si
lo hacemos, moriremos. Hagamos la voluntad de Dios y escuchemos sus palabras y
esforcémonos en cumplir lo que nos dice. Tengamos hoy como guía este versículo
6 del capítulo 4 del libro Deuteronomio: "Si las guardan y las practican, pasarán por
sabios e inteligentes a los ojos de los pueblos que tengan conocimiento de
todas estas leyes; y dirán: ¡Qué pueblo tan grande! Sólo él tiene sabiduría e
inteligencia.”
Señor,
danos el privilegio de sentir tu presencia entre nosotros. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario