#DiadelaLecturaenVozAlta #WorldReadAloudDay #WRAD #LecturaenVozAlta
El primero de febrero el mundo celebra el Día de la lectura en voz alta. Este ejercicio, que a muchos puede parecer simple, desarrolla la imaginación, estimula una mejor dicción, favorece la comprensión lectora y la riqueza léxica, fortalece la memoria y, en general, las competencias comunicativas.
Lit World, organización sin ánimo de lucro, fundada en 2007 y liderada por Pam Allyn, autora y experta en alfabetización estadounidense propuso esta fecha y desde el 2010 los hábitos de lectura en voz alta en niños y comunidades se extendieron a más de 30 países.
En
Flandes, departamento del Tolima, Colombia, el ejercicio de leer en voz alta
para todos los que nos reunimos en el 2022 fue un evento inolvidable porque
desde el alcalde hasta el más humilde de los servidores de la administración
del municipio leyeron y escucharon textos de los escritores invitados y luego
los comentaron. Un párrafo fue suficiente para aumentar la autoestima, la
empatía y la sinergia del grupo mediante la lectura mental y oral…
Desde
nuestro grupo y para unirnos a los eventos del 2023 los quiero invitar a leer
en voz alta la siguiente reflexión en sus núcleos familiares, comunidades
educativas y lugares de trabajo. Espero sus videos y fotografías en
efraguza@gmail.com
Demostremos
al mundo la dinámica de nuestro hermoso e inquieto grupo Frases de filósofos y escritores
Al publicar en redes utilicen los hashtags #DiadelaLecturaenVozAlta
#WorldReadAloudDay #WRAD #LecturaenVozAlta
El
Río
Cándido no sabe otra cosa que enseñar, pero no tiene la pretensión de ser mejor que otros. Enseñar —para él— es señalar el camino, mas no recorrerlo. Cuando quien enseña recorre el camino no le da al alumno otra opción que ser como su maestro, olvidando su propio yo, su misión y su libertad. Por eso no hay otro medio para señalar el camino que el ejemplo.
Algo que me parece ingenioso es que enseña utilizando las cosas, los animales y el paisaje. Sus palabras me parecen tan interesantes que muchas veces paso el día prestándole atención, lo cual me extraña porque muy poco me gustó asistir a clases. Muchas veces es jocoso. Claro está, que por eso no descuida lo fundamental y para él la esencia de la educación no puede ser otra que la vida en su diario transcurrir. Cándido piensa que, si a un niño o a un joven se le enseña a vivir, antes que a leer y escribir, no solamente aseguramos su éxito en los estudios, sino su felicidad en la vida. Esta mañana, viendo pasar a los niños hacia la escuela, dijo:
—La educación de nuestros días enseña una cantidad de cosas superfluas que distraen a niños y jóvenes, y en muchas ocasiones los pierden de su verdadero destino y cuya meta es igual para todos los hombres: Ser felices. Me encanta comparar la vida con un río. Antaño, Tales creyó que el agua era el principio de todo. Me apasiona ver llover y me ruborizo de inocencia cuando siento el agua correr sobre mi piel canela. La vida de todo hombre se parece a un río. En su nacimiento es cristalino y sus aguas dejan ver la belleza de su interior. A medida que comienza a descender, las aguas de otros ríos que se han desbordado aumentan su caudal y poco a poco lo convierten en fuerza que avasalla. Hacia la mitad de su curso, el lodo y los desperdicios impiden que conozcamos las riquezas que en el fondo de su lecho se hallan. Pero diáfano o turbio no puede detener su rauda marcha hacia el mar que tarde o temprano lo abrazará. Otros lo ambicionan todo y entre más ensanchan su lecho, más destrucción ocasionan a su paso. Al llegar al océano son los más contaminados de todos y hasta el mismo mar desearía que no llegaran a sus predios. Son muy pocos los ríos, que desde la montaña donde nacen hasta el punto en donde acaban su existencia, se les ve siempre cristalinos, alegres y pacíficos.
Tomado del libro Reflexiones para un
buen día de Efraín Gutiérrez Zambrano. Quinta edición.
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