Oración del día
27 de febrero de 2023
Padre Celestial:
Te alabo y bendigo porque eres mi Dios y Señor y confío en tu misericordia.
Hay montañas que al subirlas nos permiten
admirar el paisaje con sus valles, llanuras y poblados. Mientras recuerdo
maravillado la belleza de esos lugares pienso en el siguiente versículo: “Los
ojos del Señor contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los
que tienen corazón perfecto para con él”. (2 Crónicas 16:9) Desde las primeras
páginas de la Biblia observamos que Dios mira su obra y está atento a cuanto
sucede. "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en
gran manera" (Génesis 1:31). Dios se vale de la historia humana para dar
cumplimiento a su propósito. Aunque muy pronto el pecado del hombre corrompió
la asombrosa armonía del universo y la biodiversidad del planeta: "Y miró
Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida" (Génesis 6:12). Sin
embargo, "el Señor miró desde los cielos a la tierra, para oír el gemido
de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte." (Salmo
102:19-20). Envió al Señor Jesús, su Hijo, para salvar a los pecadores. Aún
hoy, todos los que miran con fe a Jesús, quien expió sus pecados, son salvos y
llamados "justos". Son "justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús" (Romanos 3:24). ¡Qué
gozo para ellos saber que "los ojos del Señor están sobre los
justos"! (1 Pedro 3:12). El Señor Jesús los cuida. Él mismo dijo a Dios:
"Me llenarás de gozo con tu presencia". (Hechos 2:28). He aquí el ojo
del Señor sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia.
(Salmo 33:18). En estos momentos de gran tribulación no desesperemos y pongamos
toda nuestra esperanza en aquel que murió por nosotros. Amén.
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