Si decides regresar

 Si decides regresar

 

Si cambias de idea y decides regresar

tendré sobre la mesa un mantel de flores

para que disimule el peso del aroma

que invadió la casa como hiedra

y cada día se acrecienta al salir el sol.

Verás, desde la ventana, los recuerdos

que ahora crecen donde antes estaban los rosales.

 

Tal vez te diga que hay de nuevo estrellas

en los cielos que nos hicieron sonreír.

Caminaré a tu lado como sombra

para que no sientas el dolor que te causé.

Confesaré en silencio el vacío que me agobia

y me dejaré golpear por tus lágrimas.

Tal vez así consiga que te quedes

y vuelvan mis labios a cantar.

 

 

Muro

 

Desde este amanecer con olor a tierra húmeda,
sin trinos y sin nubes.
recuerdo el sol inclemente de la infancia.
Ausentes los juegos de tiernas fragancias.
Me hallo camino hacia el trapiche
entre la danza de los cañaduzales.
Cerca de pájaros que a la vera me saludan.  
Henchido de sueños y fantasías.
Sin conocer los matices del silencio
y el laberinto de misterio,
entre risas al viento

deshojo anhelos.

 

Ahora bajo la lluvia

corro tras el relámpago

que compasivo ilumina mi semblante.

Sin dar rostro a mis anhelos

elevo una plegaria.

El ángel de fuego me lanzó del paraíso
sin darme tiempo para comer

la fruta del árbol

que desee comer de niño.

Estos poemas se hallan en el libro Molinos de fuego, uno de los poemarios preferidos por el público amante de la poesía.