Oración del día
23 de febrero de 2023
Padre Celestial:
Gracias por esta oportunidad de reconocerte como Dios y nuestro Padre.
Una pregunta exige una respuesta. Danos sabiduría para aceptar tu palabra. Una
pregunta que hoy debemos responder es esta: ¿Quién es justo? (Leer Lucas
5:27-35)
En el Evangelio hallamos a Mateo, un publicano, recaudador de impuestos
para los romanos, por esta labor era despreciado por sus conciudadanos. Un día
escuchó la voz de Jesús: "Sígueme", y al momento dejó todo y siguió
al Señor. Incluso le recibió con un gran banquete en su casa; gastó su dinero
en los demás sin esperar que le retornaran esa atención. Sentado a su mesa,
Jesús compartió con personas del pueblo. Entonces los fariseos, esos hombres
religiosos, pero a menudo hipócritas, criticaron a Jesús, porque comía con
publicanos y pecadores. No comprendían que esas personas no habían venido en
función de sus méritos, sino porque tenían necesidades espirituales y querían
escuchar a Jesús.
Jesús vino precisamente por esas personas. "No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento" (Lucas 5:32). A los fariseos,
Jesús dirige sus palabras: “Los que están sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos. (Lucas 5:31-32). Jesús llamó a Mateo, y éste, reconoció su
condición de pecador. Respondió al llamado y se arrepintió. Se hizo justo
mediante la fe en Cristo, quien iba a morir por él. Los fariseos se creían
justos porque observaban estrictamente ritos y tradiciones, pero sólo eran
justos a sus propios ojos, y no a los de Dios. Todavía hoy Dios llama a todos
los hombres para que se arrepientan, pues para él "no hay justo, ni aun
uno" (Romanos 3:10). Para Dios todos estamos enfermos a causa del pecado y
necesitamos a Jesús, el divino médico. El primer paso que debemos dar es
aceptar que somos pecadores y reconocer el poder del perdón que Dios nos ofrece
a través de su Hijo. Respondamos, en este nuevo día, el llamado que Jesús nos
hace y abramos nuestro corazón para que se hospede en él. Señor, ven a nuestro
encuentro y perdona todos mis pecados. Si Tú quieres, puedes sanarme. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario