Oración del día
10 de febrero de 2024
Señor:
Solo deseo decirte gracias para
comenzar este día. Gracias por ser mi Padre. Tú nos hablas todos los días. A
través de tus obras, tus bendiciones y los hechos de la vida diaria. Sin
embargo, me pregunto: ¿Por qué cedo ante el mal si lo que deseo es hacer el
bien? En el pecado, bajo su yugo, Tú me invitas a regresar y hacer tu santa
voluntad. La conversión compromete mi alma, mi voluntad. Me invita a cambiar de
dirección, es decir, a escoger el camino de la verdad y el sumo bien.
A partir de la conversión he de vivir
diferente. Es una lucha constante entre lo que deseas, mi Dios, y lo que yo
quiero. Necesito tu misericordia para abandonar los vicios y tentaciones que el
mundo me ofrece. A veces, no comprendo las situaciones difíciles y dolorosas
por las que debo pasar para comprender tu voluntad.
Concédeme tu Santo Espíritu para que
pueda comprender tu palabra. Dame la fuerza para acercarme a Ti, como el hijo
desobediente que reconoce a su Padre y reclama su amor como única
herencia. La misericordia de Dios supera todas las barreras,
y, aceptar a Cristo, devuelve a la condición de hijos; más que perdonados, muy
amados. Que hoy pueda decir como el hijo pródigo: He pecado contra el cielo y
contra ti. (Lucas 15:11-32). Dame tu
misericordia y acompáñame en la senda que debo seguir. Amén.
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