Oración del día - Mensaje de año nuevo
31 de diciembre de 2023
Pronto comenzaré a contar los días de un nuevo año.
Mas no me asusta que las hojas del calendario caigan para sepultar mis anhelos.
El olvido es tan saludable como el recuerdo. Crecer y envejecer, también, son
algo tan natural como la aurora y el crepúsculo y ambas son caras de la misma
moneda.
Gracias por las palabras que me estimularon, por el
conocimiento que adquirí y por la sabiduría que tu Santo Espíritu me inspiró.
Comprendo que hay días en que el alma abre sus
puertas y ventanas para dejar que el aire entre a ventilarla para evitar que el
moho se apodere de ella. Lo mismo se hace con la casa y los vidrios
transparentan y dejan ver la belleza de los jardines interiores. Son los
días en que los anhelos se encienden como lámparas a medianoche y las
realizaciones toman el cuerpo de montañas que pintan el horizonte de
esperanza.
Gracias por los seres que amo, por mis amigos, mis vecinos,
mis compañeros de trabajo, mis lectores y quienes apoyan mi trabajo al adquirir
mis libros. También gracias por mis enemigos; para ellos te pido el perdón
que es una expresión de sincero amor.
Deseo que mis palabras se acerquen a los corazones
que padecen hambre de ternura y sed de amor para dejar en ellos una brisa que apacigüe
su violento fuego.
Ahora que las horas del último día comienzan a
congelarse como árboles endémicos frente a nuestros ojos y ante el espectáculo
de la partida del viejo año sólo atino a sonreír a los demás y a comer uvas
llenas de verdor. Así somos los seres humanos: indiferentes ante lo
maravilloso y lo profundo.
Gracias Dios por los años que se han ido y junto a ellos
algunas personas que hicieron parte de la vida.
Gracias a Ti porque Tú todo lo puedes y me protegiste de
enfermedades y temores, gracias por sanar mi alma atribulada por la pena.
Gracias por darme fuerzas para caminar en compañía de
muchos en las calles y veredas de esta ciudad y este país donde las sendas de fraternidad
y bienestar escasean.
Soy gota de agua que se desliza desde el cielo para
formar con el servicio a los demás afluentes de humanidad y con el paso de los
días, volver a la nube de donde partí.
Señor no permitas que me evapore bajo los ardientes
soles de la soledad, la ingratitud y la indiferencia.
Te doy las gracias por este día, último del año, y te
agradezco el haber llegado a este instante porque eres un Dios lleno de amor,
gracia, e infinita bondad.
Por favor mantenme siempre sano y seguro, aléjame de todo
peligro, líbrame de todo mal, protégeme de los enemigos y de las tentaciones,
pues estoy dispuesto a seguir el ejemplo de Jesús y a trabajar en la
construcción de tu Reino. Tú siempre estarás en mi vida y mi corazón.
Deseo a quien escuche o lea un feliz año. No
prestes atención a las carcajadas de los necios que se burlarán de nosotros al
escuchar el júbilo de las voces al decir: Gracias Dios mío por el año que se
fue y nuevamente gracias por el nuevo que nos llama a ser felices.
Permíteme estar alerta ante todo mal que se me presente en
el año venidero y enséñame a escucharte siempre, pues tus sabios consejos son
el norte que mi vida necesita para continuar el camino de mi vida.
Y así como por tantos años me has colmado de bendiciones,
espero seguir contando con tu presencia divina en todos los proyectos que
emprenda en el año que en pocas horas comienza.
Sólo las buenas acciones, y entre ellas el perdón,
cambiaran los parajes del tedio y del frío que emergen de los espíritus avaros
y egoístas. Sólo las palabras sinceras tendrán el coraje suficiente para
levantar a los caídos entre el fango y la indiferencia. Sólo los que
experimentan la generosidad valoran la lealtad del amigo y el calor del hogar.
Sólo un puñado de valientes serán capaces de llevar la nave hacia un puerto
seguro y asegurar la felicidad de todos, pero para conseguirlo deberán
renunciar a su propia felicidad si quieren ver el rostro de la gratitud humana.
Deseo que mi vida sea una ofrenda de servicio a Ti, mi
Señor y mi Dios. Dame la dicha de servirte en mis hermanos y permíteme seguir
dando testimonio de tu amor. Esta es mi oración de gratitud por el año que se fue
y desde lo más profundo de mi corazón te ruego que quienes escuchen o lean te
alaben y encuentren en estas palabras el consuelo y paz que sólo procede de tu
Santo Espíritu y que en el nuevo año nos otorgues del privilegio de seguirte
alabando en cada amanecer que nos brindes. Amén.
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