Oración del día
19 de diciembre de 2023
Gracias por este nuevo amanecer. Durante la noche he descansado y me siento preparado para dialogar contigo. Envía sobre mí tu Santo Espíritu para que guíe mi pensamiento y mis palabras.
«¡Sea hombre!»,
dicen algunos adultos a un adolescente, es decir, haga como nosotros, siga
nuestros ejemplos. ¡Déjese llevar por las mismas tendencias de los que son
mayores! Beber licores y fumar es de hombres, tener relaciones sexuales
indiscriminadas es de gente grande. Para mostrarse hombre no debe hacer caso a
la voz de la conciencia, debe renunciar a sus propias convicciones y dejarse
llevar por los impulsos y palabras de los que son mayores. Somos «valientes»,
incapaces de resistir ante una sonrisa que invita al mal. Somos «fuertes», porque
no somos capaces de decir no a las tentaciones y caemos en los peores vicios.
Somos «libres» porque nos dejamos esclavizar por los intereses mezquinos, las pasiones
y la opinión de los demás.
En cambio, Dios,
a través de la palabra, nos dice algo totalmente diferente: "Portaos
varonilmente" (1 Corintios 16:13), pero como hombres que saben permanecer
puros, sobrios, que respetan a los demás, se respetan a sí mismos y resisten al
mal. Como hombres dignos que se enfrentan a las burlas para obedecer al Señor
Jesucristo, y de este modo se atreven a desafiar la opinión de los demás. Estos
son los hombres a quienes Dios ama porque le creen y obedecen, pues hay dos
maneras de «ser hombres»: vivir en el mundo según nuestra naturaleza llevada
por nuestra propia voluntad, por nuestras codicias, o vivir según la nueva vida
que Dios nos dio mediante la fe en Cristo, quien nos amó (Efesios 5:2) e hizo
de nosotros hijos de Dios, hombres según Dios.
Señor y Padre
nuestro, danos hoy tu fuerza para que obedezcamos tus mandamientos y no los de
los que se creen seres humanos superiores. Enséñanos a seguir los ejemplos de
tu amado Hijo y no los impulsos de nuestra naturaleza proterva. Amén.
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