Oración del día
13 de abril de 2024
Padre celestial:
Gracias por este nuevo amanecer. Hoy quiero darte gracias por la persona que soy,
Nos hiciste a cada ser humano de manera única, especial y exclusiva. Nos hiciste blancos, negros, amarillos, cobrizos… Altos, bajos, flacos, gordos, de ojos verdes, azules o cafés. También nos diste diferentes dones y habilidades, unos para el deporte, otros para la intelectualidad y para otros, dones artísticos. Algunos de nosotros tenemos habilidades comerciales y otros somos buenos artesanos.
Finalmente,
el punto principal es este: fuimos creados tal como Dios pensó y
deseó. Incluso ese lunar de la mejilla o la pequeña marca que tienes en tu
pierna derecha o la característica de tu cabello fue idea de nuestro creador.
El salmista
nos dice: “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y
esto lo sé muy bien! Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en
lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo
entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en
tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de
ellos.” (Salmos 139:13-16).
Hoy decido aceptarme
como soy. Y comprender que incluso algo que considero un “defecto” físico o
alguna “limitación” técnica o intelectual, son parte del gran propósito de Dios
en mí. Dios no se equivocó al crearme y no se equivocó al crearte a ti.
Señor,
ayúdanos a comprender que somos diferentes y que debemos vivir como hermanos.
Son las diferencias las que enriquecen la familia y la comunidad. Te
agradecemos nuestra existencia. ¡Amén!
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