Oración del día

 

2 de marzo de 2024

Padre Celestial:

Hoy te alabo y bendigo por la vida de tu Hijo, Jesús, quien antes de morir nos enseñó con su ejemplo de vida como debe comportarse un hijo de Dios. Leamos el pasaje de Juan 5:1-9. Una multitud de enfermos estaba en el estanque de Bethesda, en Jerusalén. Esperaban la misericordia de Dios para ser sanos. Jesús se acercó a uno de ellos, paralítico desde hacía 38 años, y le preguntó: "¿Quieres ser sano?". Sobresale que normalmente eran los enfermos quienes iban a Jesús para pedir la salud, pero en este caso fue Jesús quien propuso sanarlo. ¿Por qué Jesús se ocupó de él? ¿Era porque ese enfermo no podía ser sanado sin la intervención del Señor? "No tengo quien me meta en el estanque", respondió el enfermo. Durante su vida sólo había tenido decepciones. Tal vez en otro tiempo tuvo familiares o amigos que le ayudasen, pero ahora no tenía a nadie. Sin embargo, Jesús estaba ahí para sanarlo. La pregunta también es para nosotros: ¿Quiero ser liberado de lo que me paraliza, de lo que me impide cumplir su precepto de amor? Aún actuamos, sabiendo que nos causamos mal, de acuerdo con nuestros deseos. Pero el Señor quiere que su luz nos penetre y nos pregunta si en verdad queremos ser curados interiormente. Confesemos a Jesús nuestros pensamientos y anhelos más secretos si queremos ser libres. El Señor quiere salvarnos, pero no lo hará si nosotros no queremos. Jesús viene a mí y me ofrece la liberación. ¿Estamos dispuestos a dejarlo actuar libremente y que ilumine nuestra vida? Jesús puede salvarnos y liberarnos, pero no lo hará si nosotros no lo aceptamos de manera libre. Contestemos si queremos ser sanados en este nuevo amanecer y que se cumpla la voluntad de nuestro Padre. Amén.