Oración del día
29 de marzo de 2024
Nos hemos sentado en silencio e impotentes.
¿Dónde está Dios cuando sufrimos? Preferimos que no haya sorpresas. Nos encanta
el día luminoso, hermoso y soleado. Pero, no los huracanes. Podemos dar gracias
al Señor por la vida. Las adversidades, pensamos, sólo llegan a los vecinos.
En el evangelio de Marcos, capítulo cinco, nos
encontramos un padre y su hija a punto de morir. Hay una gran preocupación en
la casa de Jairo. Leamos Marcos 5:22-27.
Hay cuatro personas que debemos observar con
atención en estos hechos del Evangelio. Hay un oficial de la sinagoga, llamado
Jairo, que tiene una hija de doce años, cerca de la muerte, y una mujer judía
sin nombre con una enfermedad incurable. Veamos a Jesús y la actitud de cada
uno de estos individuos.
El jefe de la sinagoga tenía una posición de honor,
pero en su emergencia nada podía hacer para evitar la muerte.
Este judío se acercó a Jesús en la desesperación
por su hija de doce años, que estaba a punto de morir. Ella estaba muy enferma
cuando Jairo salió de casa y pensó que no estaría viva cuando regresara a ella.
Marcos dice, “está agonizando ". La mujer piensa que con tocar el manto de
Jesús quedará sana. Estos personajes recurren a la fe en el Maestro. Y ambos
son escuchados. Su fe es grande. La niña regresa de la muerte y la mujer se
siente feliz y liberada de la enfermedad. Sigamos estos ejemplos y confiemos en
Jesús. Si nuestra fe es sincera Él obrará en nuestras vidas maravillas. Señor
Jesús, aumenta nuestra fe. Amén.
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