Oración del día

 

20 de marzo de 2024

 Señor:

Gracias por ser el bálsamo para mis heridas y consuelo para mi alma atribulada. En este amanecer que me concedes te encomiendo los días por venir. Tú tienes el control de la historia y mejores planes para quien te ama en verdad. La perspectiva del fin del mundo es un tema escalofriante y en estos tiempos que vivimos con justa razón. A menudo los cambios de siglo han estado precedidos por el pánico. Luego la vida volvía a la rutina. Las profecías sobre este tema hacen reír a unos y temblar a otros. Hoy, las constataciones científicas sobre el clima del planeta y la posibilidad de catástrofes como avalanchas, terremotos, huracanes y calentamiento global inquietan. La Biblia enseña sobre estos temas que tanto nos asustan, pero no da ninguna fecha, y basándose en ella nadie puede hacer predicciones fantasiosas. Habla de "tiempos difíciles", de "últimos días", para develar los hechos que esperan a las últimas generaciones. En el lenguaje simbólico del Apocalipsis anuncia períodos terribles con cataclismos espantosos y guerras catastróficas. Precisa que el mundo que vemos en la actualidad desaparecerá, y vendrá el juicio de los seres humanos y de todos los pueblos. La Palabra de Dios invita a considerar la vida en la tierra como una oportunidad pasajera, y a darle sentido para no perecer en el hastío. Quien tiene fe acepta que Dios, en su amor inefable, creó el mundo y al género humano y envió a Jesús, su Hijo, para salvarnos. El Padre no deja de atraer a quienes se arrepienten de sus pecados hacia Jesús, el Salvador, para librarlos del terrible juicio final. Recordemos al profeta Joel y sigamos su consejo: “Desgarren su corazón y no sus vestiduras y vuelvan al Señor, su Dios, porque Él es bondadoso y compasivo”. Vivimos tiempos críticos y de incertidumbre, pero Dios, quien conoce el futuro y ama a todos los seres humanos, recuerda mediante su Palabra que hoy es un día de gracia y de salvación. Señor, danos sabiduría para entender los signos de los tiempos y fortaleza para mantenernos firmes esperando tu salvación. Amén.