Oración del día
28 de marzo
de 2024
El Señor
concede discernimiento a quien lo pide. Este es un gran valor para iluminar la
vida. Si nos falta tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la
capacidad de distinguir lo bueno de lo malo. Dios quiere que vivamos de acuerdo
con sus mandamientos, pero nuestras convicciones personales nos confunden y
creemos que la ley humana es perfecta y nos amparamos en ella para atentar
contra la vida, educar los hijos y ejercitar la libertad. Pero no todo lo legal
es justo. Por ejemplo, pagar el salario mínimo es lo que ordena la ley, pero si
teniendo grandes ganancias no pagamos lo justo caemos en una injusticia de la
que Dios nos pedirá cuenta.
"Por
eso, cualquiera que tome una decisión injusta no puede escapársele; no quedará
sin sanción, éste lo reducirá al silencio". (Sabiduría 1:8) Pues el orden
de la Justicia está más allá de la muerte. (Sabiduría 1:9). "La ley del
Señor es perfecta, reconforta al ser humano, el mandato del Señor es firme, al
sencillo lo hace sabio".
Señor, danos
discernimiento y perdona nuestras equivocaciones. Te lo pedimos en el nombre de
tu amado Hijo, Jesús. Amén.
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