Del jardín al caos.



  

Estos tiempos en que la nanotecnología sorprende cada día más con ingeniosos artefactos dejan al ser humano estupefacto. Sin embargo, sorprende que las amenazas internas y externas vayan en aumento. Pero olvidemos por ahora las últimas para concentrarnos en las primeras que tienen tanta influencia en la vida familiar, laboral, estudiantil y social.
La ira, el desasosiego como lo llamaba el portugués Pessoa, el miedo (algunas veces inexplicable) son causa de respuestas inmediatas que se expresan en actitudes y palabras que comprometen el ser propio e indisponen la tranquilidad de nuestros semejantes. Aunque las amenazas no dan espera, reflexionar sobre ellas arroja luces sobre la manera cómo podemos enfrentarlas cuando se presenten en nuestra vida cotidiana. Son ciertas reacciones que podemos mitigar y, en el mejor de los casos, evadir.
Cualquiera de estas amenazas internas mencionadas, si se deja que se hospeden de forma permanente, conducen a enfermedades que afectan el cuerpo, la mente, y el espíritu del ser humano. Y terminan arrojando al olvido y a la soledad a quien las padece.
Entre sus causas se puede señalar la confusión que se experimenta cuando no distingo lo que soy, lo que deseo ser, lo que tengo y lo que necesito. Este estado de caos contamina todo el ser y la forma natural de expresarlo es en acciones y palabras que muestran un ser humano inquieto, molesto e irritable. Si no hay un control a tiempo se cae en la depresión y la esquizofrenia.
 El primer paso es admitir que este desorden amenaza el maravilloso jardín de la libertad interior y la frondosa selva de la armonía social. Ser consciente de ese desequilibrio interno permite constatar en la experiencia propia que la mayoría de las veces resultan de dar importancia mayor de la que tienen las cosas y los eventos.
Hay quienes se alteran porque su hijo o su pareja no llegan al lugar y hora fijados y cuando éstos se hacen presentes inician una perorata que desequilibra al recién llegado y termina la escena en una trifulca que bien se pudo evitar. Algunas mujeres se ofenden cuando el esposo o la amiga no le alaban el vestido que estrenan porque ellos ni cuenta se dan del estreno. Otros, de sólo pensar que mañana no pueden cumplir con la cita porque tienen mucho trabajo en el colegio o la oficina, se llenan de ira. Cuando alguien los saluda amablemente responden con brusquedad a quien ni siquiera sabe por qué está molesto. Y si el otro es proclive a la ira, se forma la pelea. No faltan los que dejan que la adrenalina se salga de su cauce habitual porque presencian un evento y, al compararlo con una experiencia pasada, recuerdan que a la tía le sucedió eso mismo con un desenlace desagradable y comienzan a creer que a ellos les pasará algo similar y de la ira pasan al miedo permanente. Pero el grupo mayor lo forman los que dejan que otros les susciten necesidades innecesarias, es decir, que comienzan a sufrir por lo que no tienen y que, si lo analizan, no les hace falta para nada. Entran al supermercado por azúcar pero hallan a la vendedora de adornos para la pared

y se paran a escucharla y terminan en la casa maldiciendo porque no compraron el azúcar para el café, pero tienen un bello adorno sin colgar.
Así las cosas, se puede concluir que la mayoría de las ocasiones esas amenazas internas son el producto de las nimiedades. Es indispensable que se hagan análisis que conduzcan a la realidad y no a las suposiciones. Que se distinga entre la necesidad básica, fundamental y aquella que no lo es. Y que se distraiga la mente con diversiones, música, cine, lecturas y charlas que ayuden a crecer la humanidad y la felicidad propias y ajenas.  
  Aquí cabe recordar a ese gran poeta chileno, Pablo Neruda, quien dijo: "Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo" Pablo Neruda                        

    
El 6 de junio haremos la presentación del libro Secretos de los triunfadores (Tercera edición). Gracias a todos los lectores que leen y difunden esta obra.                                     

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