Oración del día
12 de junio de 2022
Alabado sea el Padre de Nuestro Señor
Jesucristo que sacia la sed de todos los vivientes.
Hoy tomemos el Evangelio y leamos ese
hermoso pasaje de Juan 4:5-15.
Una mujer había ido al
pozo de Sicar, pues tenía sed. Su cántaro estaba vacío y su corazón también.
Tenía sed de paz. Había tratado de encontrar la felicidad en muchos placeres,
pero no la halló. ¿Por qué había salido a esa hora del día? Probablemente
porque no quería encontrarse con nadie; se avergonzaba de su vida. Pero ¿a
quién vio? Junto al pozo había un hombre cansado que parecía estar esperando.
Ella se acercó, pero el hombre era judío. ¿Despreciaría a los samaritanos? De
todas formas, iría hasta el pozo a sacar agua... Pero este hombre le habló con
bondad: "Dame de beber". La mujer, sorprendida, le dijo: "¿Cómo
tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?" Jesús
le respondió: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice:
Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva" ¿Agua viva? Eso la
intrigaba. Jesús añadió: "Cualquiera que bebiere de esta agua (del pozo),
volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed
jamás" Ese día, esta mujer encontró la fuente de agua viva, la fuente de
la felicidad, es decir, el Salvador del mundo.
“A todos los sedientos:
Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid”. (Isaías 55:1) “Sacaréis
con gozo aguas de las fuentes de la salvación”. (Isaías 12:3) “Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. (Apocalipsis
22:17)
Saciemos hoy nuestra
sed en las fuentes de la vida eterna. Jesucristo siempre está listo para dar
esta "agua viva" a todo aquel que escucha su voz. Hoy se dirige a nosotros: "Si conocieras
el don de Dios...". Pidamos que nos dé agua viva para no morir jamás y
poder alabar a Dios eternamente. Amén.
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