Oración del día
26 de junio de 2022
Gracias, oh, Padre,
por este milagro del
amanecer, por el pan que envías a nuestras mesas, por el vestido que nos cubre
y protege, por el techo que nos libra de la lluvia inclemente, por los brazos
que nos acogen sin hipocresías, por las palabras de consuelo que llegan oportunas
a nuestros corazones abatidos. Gracias por la belleza de las flores, la
serenidad de las estrellas, el sol, la luna, las maravillas del universo.
Gracias por este momento de luz en que nuestros labios te alaban.
La oración, canto de gratitud,
debe ser el incienso de nuestra vida. Como lo enseña Pablo: “Por tanto, ya
comáis, ya bebáis, o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de
Dios.” (1 Corintios 10:31)
Y Tú, Señor Jesús, nos
dijiste: Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a
tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve lo secreto te recompensará
en público. (Mateo 6:6)
Confiados en la palabra de
tu Hijo, Padre celestial, anímanos a amar a nuestros enemigos, a hacer el bien
a los que nos odian y a orar por los que nos persiguen. (Mateo 5:44)
Te pedimos que tu Santo Espíritu nos inspire y
que no dudemos de que “los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán
como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”.
(Isaías
40:31) Que nuestras miserias
pasadas salgan de nuestro cuerpo y nuestras casas para que libres te
agradezcamos y glorifiquemos llenos de gozo y alegría. Amén.
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