Oración del día
19 de junio de 2022
Padre
celestial:
Tus preguntas no las puedo responder, pero creo en tu amor. Dame
sabiduría para comprender tu santa voluntad.
“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? (…) ¿Cuando
alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de
Dios?”. (Job 38,4-7).
Tu majestad y poder se muestra en toda la obra de la creación. Así
que no tenemos excusa para no aceptarte como nuestro Dios y Señor. Pero tú nos
maravillas porque enviaste a tu Hijo amado a servirnos y a enseñarnos que para
ser grandes tenemos que servir a nuestro hermano necesitado y pequeño. Danos
hoy la aspiración de Dios, el servicio como camino hacia ti. Jesucristo,
nuestro maestro y salvador, en la última cena nos dio el ejemplo al lavar los
pies a sus discípulos. Con ese acto de humildad y sumisión al Padre nos preparó
para recibir el Espíritu de Amor, para que, según la expresión del discípulo
amado, vivamos «en comunión» contigo Dios uno y trino. (1Juan 1,3). Gracias
Señor Jesús, por tu servicio y ejemplo de verdadero amor. Que hoy nuestras
almas escuchen tu voz y vivamos como uvas unidas al sarmiento. Que entendamos
que tú, Hijo de Dios, nos liberaste de la esclavitud del pecado y el precio de
nuestro rescate fue tu sangre derramada en la cruz. Padre celestial, sólo
creyendo en el sacrificio de tu Hijo podremos acercarnos a ti limpios de
pecado, pues, hemos lavado nuestras almas en la sangre del Cordero de Dios.
(Hebreos 2: 9-10). Señor, limpia nuestra alma, sana nuestro cuerpo y serena
nuestro corazón. Amén.
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