Oración del día
24 de junio de 2022
Padre Celestial:
El zapateo de la lluvia sobre el tejado ha cesado. En este día, es paradójico, el calor comienza a desesperarme. Somos tan frágiles que nos molesta la lluvia y nos ahoga el calor. Nada nos deja satisfechos. Muchas veces el agua es la causa de las tragedias y el calor alimenta los huracanes que se llevan la casa y nos dejan a merced de la indigencia. El agua y el calor arrastran la serenidad y la esperanza de muchos. Los elementos naturales aumentan la angustia y nos lanzan al suelo como si fuéramos granos de arena. Cuando nos alejamos de ti, el sol y las flores causan tedio. Como en los días de Noé, bajo la inclemencia del diluvio, la oración se vuelve letanía sin sentido y olvidamos que la Luz de tu Hijo ilumina el camino y su sangre nos limpia de la inmundicia que origina el pecado. Señor y Padre nuestro, por los méritos de la pasión y muerte de tu Hijo, ten compasión de nosotros y del mundo entero. Que tu Santo Espíritu, nos llene de sabiduría y serenidad para vivir este día con gozo en el corazón y hacer tu santa voluntad sin murmurar ni quejarnos. Nuevamente te lo digo, ten compasión de nosotros y del mundo entero. Amén.
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