Oración del día
3 de agosto de 2022
Amado Padre:
Tú nos hablas de diversas maneras. Siempre has
estado acompañando el camino de tu pueblo. Tú no eres indiferente a nuestras
necesidades ni a la forma equivocada de llevar nuestra existencia. A veces, no
comprendemos que lo que sucede en nuestra vida tiene que ser interpretado con
sabiduría. Recuerdo a aquel hombre que estuvo al borde la muerte. El carro
quedó en completa ruina, pero él salió ileso y ni un rasguño presentó su piel.
Sin embargo, se mostró indiferente y con descaro, cuando estaba borracho, decía:
“estuve al borde de la muerte”. No agradeció la nueva oportunidad que tu
misericordia le otorgaba. Su vida fue más alejada de los mandamientos y
preceptos que nos das. Y en un comentario de la red pude leer una historia que
no terminó de la misma manera, pero su autor concluía con estas líneas: “Pd: Esta historia nació a partir del momento que me di cuenta
de que podría haber muerto en mi accidente de coche, pero por suerte sólo tengo
que usar mi silla de ruedas”. Razón tenía Job para decir:
“En una o dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende… Entonces revela
al oído de los hombres, y les señala su consejo, para quitar al hombre de su
obra”. (Job 33:14-17) Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios. (1 Corintios 6:11) Hoy en el nombre de tu Hijo te pido que nos
ayudes a comprender los signos con los cuales nos hablas y tengas misericordia
de nosotros a la hora de la muerte. Amén.
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