9 de agosto de 2022
Padre bueno:
Gracias
te doy por esta bella oportunidad que me brindas para hacer el bien a los
demás. Gracias porque tu Hijo “me amó y se entregó a si mismo por mí” (Gálatas
2:20) “La sangre de Jesucristo me limpió de todo pecado”. (1Juan 1:7) Me
convertí “de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar
de los cielos a tu Hijo, el cual resucitó de los muertos”. (1 Tesalonicenses 1:
9 -10)
Concédeme el
entendimiento para comprender que no todo está perdido para el que confía
plenamente en ti. Tú siempre estás dispuesto a escuchar y a dar tu gracia
abundante para soportar la dificultad apremiante. Es algo incomprensible para
quien carece de fe. Hasta es objeto de burlas ver cómo implora el creyente tu
misericordia. A ellos que no conocen el poder de tu bondad, perdónalos. A mí,
por favor, ven pronto a socorrerme porque necesito tu amor. Yo confío en ti.
Amén
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