Oración del día
Señor Jesús:
Deseo
comenzar este día dialogando contigo para que me guíes y bendigas cuanto haga.
Tú, Hijo de
Dios, recurrías a cada momento al Padre para sostenerte en pie sin vacilar.
Aquella noche, víspera de la crucifixión, oraste más de una hora pidiendo al
Padre que apartara de tu presencia ese cáliz, el cáliz de la angustia y del
dolor, el cáliz de la soledad y la traición. Pero te entregaste a la voluntad
del Padre al decir, “más no se haga mi voluntad sino la tuya.”
Nos enseñaste
que los hijos deben obedecer a sus padres. Y los padres que de verdad aman a
sus hijos los guían con diligencia y los corrigen con amor. Consecuencias
nefastas se producen cuando en la familia el niño es el que manda. En el futuro
las desgracias serán el fruto de la falta de autoridad de los padres.
Hoy, Señor
Jesús, te queremos pedir, que, si es tu voluntad, apartes de nosotros las
preocupaciones de este día, los vacíos y desencantos que sentimos y nos
producen vértigo, los virus que nos causan enfermedad, la soledad que nos
acompaña en la calle atiborrada de gentes y nos des sabiduría para educar
nuestros hijos y nietos y los guardes de todo mal. Amén.
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