Oración del día
Señor:
Hoy comienzo el nuevo día con las palabras del salmista:
"Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en él y ya no temo:
¿qué pueden hacerme los hombres?
Debo cumplir, Dios mío, los votos que te hice:
te ofreceré sacrificios de alabanza,
porque tú libraste mi vida de la muerte y mis
pies de la caída,
para que camine delante de Dios en la luz de la
vida. (Salmo 56: 11-14)
En tiempos de crisis y
tribulaciones en lugar de quejarnos debemos acudir a Dios y abrir nuestro
corazón de inmediato a Dios. Cuando sobrevienen tempestades debemos abrir nuestros labios para
orar. Mirar al cielo da sentido y fortaleza cuando el temor y la
angustia atacan. El joven que mató al león y al oso, a Goliat,
el gigante y fue capitán valeroso del ejército de Israel expresa en este salmo el
temor y el miedo.Sin embargo, sabía que su confianza en
Dios alejaría los males y ese sentimiento de temor.
A veces tengo miedo, pero confío en Dios y hago lo que es correcto” nos dice el Salmista con su actitud.
Es una señal segura de gracia divina confiar en Dios.
David llama la atención sobre la alabanza de la palabra de Dios.
Su confianza estaba cimentada en la palabra de Dios. Su confianza no era una
esperanza ciega o un deseo arrojado al cielo; se basaba en la revelación de Dios
y sus promesas.
Sin
embargo, también podría David pensar en las palabras de Dios que le fueron referidas
por el profeta Samuel, asegurándole que sería rey de Israel (1 Samuel 16:1-13). Confiar en
Dios da a David el impulso hacia una fe aún mayor. Comenzó confiando en Dios
incluso cuando tenía miedo; con esa confianza recompensada, puede dar un paso
más y decir: no
temeré.
¿Qué puede hacerme el hombre? Nuestra respuesta instintiva a esta pregunta retórica es mucho daño. Constantemente lo vemos, escuchamos y experimentamos las injusticias provenientes
de la humanidad. Sin embargo, si confiamos en el Altísimo,
con Dios a nuestro favor, no importa qué persona nos ataque.
Los ataques contra David eran
violentos, tortuosos, para hacerle mal, con la esperanza de acechar y
matar a David con un ataque sorpresa.
David
es consciente de su pecado y sabe que Dios le perdonó la vida. No era para
que David hiciera lo que deseara, sino para vivir correctamente delante
de Dios.
Así este breve salmo, enseña que ante crisis, tribulaciones,
horas de oscuridad, la presencia de Dios nos aclarará el camino que solo la fe
puede recorrer.
Pidamos a Jesús el Espíritu
Santo y confiemos en el Padre bondadoso que nos ama y nos dice: No temas. Amen.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario