Oración del día

 

23 de mayo de 2022

 Señor, 

hoy comienzo una nueva semana. Semana decisiva no sólo para mí, sino para todo el país.
Es hora de saludarte y el pájaro que se posa en el árbol que toca mi ventana ha comenzado a cantar. En su alfabeto de notas musicales dice Dios es bueno. Te ha dado una bella oportunidad. No tengo la menor duda de la bondad divina.  Esta luz que tímidamente se abre paso entre la tiniebla es maravillosa manifestación de lo mucho que nos amas y por ese amor incondicional nos regalas este nuevo amanecer. Tanto nos amas que enviaste a tu Hijo a morir en la cruz. Y la cruz que era símbolo de vergüenza pública se convirtió en árbol de redención para quienes se refugian bajo su sombra. Todo cuanto tú miras o tocas con tu bondad se llena de vida y de colores. Así es el universo que legaste al ser humano, lleno de movimiento, luz y misterio.

Cuando me encuentro en peligro,
tú me mantienes con vida;
despliegas tu poder y me salvas
de la furia de mis enemigos.
¡El Señor llevará a feliz término
su acción en mi favor!
Señor, tu amor es eterno;
¡no dejes incompleto lo que has emprendido!  (Salmo 138:7-8)

Por eso te alabo en este día de gracia y sólo pido que tu bondad caiga como torrente sobre todos los que nos extraviamos en los laberintos oscuros de las apariencias y nos negamos a reconocerte como Padre bueno. Regálanos, oh Dios, en este día especial los dones de tu Santo Espíritu para que nos guíen hacia los jardines donde habitas. Amén.