Oración del día
28
de mayo de 2022
En
este nuevo día demos gracias a Padre eterno.
Bendigamos
y alabemos al Padre de Nuestro Señor Jesucristo que nos ha dado todo su amor en
la sangre de su Hijo para que todos podamos ser sus hijos adoptivos. ¿Quién nos
puede amar más que aquel que nos envió a su Hijo para que muriendo en la cruz
nos abriera las puertas de los cielos y pudiéramos entrar con él al son de
arpas y trompetas? Que no quede la menor
duda y que todos los labios proclamen: Dios es amor. Por ese amor, nosotros
pecadores, llenos de júbilo nos acercamos a tu altar a esperar que nos bendigas
como el sol que reparte su luz sobre los paisajes para engalanarlos y
maravillarnos. Por ese amor, te damos gracias y asombrados reconocemos los
portentos del universo como visión anticipada de la gloria prometida a quienes
sigamos el ejemplo de tu Hijo. Por ese amor, te suplicamos que tu misericordia
se esparza como el aire y llegue a nuestros corazones para rebosarlos de la
dicha que da el perdón. Gracias por devolvernos la salud a quienes por nuestra
vida disoluta la perdimos. Porque eres
amor nos atrevemos a decirte con la sinceridad transparente del amanecer:
gracias, Padre por enviarnos a tu Hijo y a tu Santo Espíritu. Amén.
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