Salgamos a buscar el néctar

Hoy se habla más que ayer de las bondades del conocimiento, pero aún quedan muchos que tienen sus dudas y no hallan en él la motivación suficiente para acercarse a los ríos donde se encuentra para beberlo y disfrutar el placer que proporciona la explicación racional del mundo. En pleno siglo XXI hay jóvenes y padres que no ven la utilidad de saber el porqué de los fenómenos e ir por la vida más seguros y libres. En su ignorancia todavía acuden al mito, que fue el origen de la cultura, para explicar los cambios incesantes de la naturaleza y la sociedad.
Su desconocimiento de la historia humana no les facilita comprender que fue el pueblo griego el primero en interrogarse y comenzar a obtener respuestas para luego sistematizarlas con el fin de crear la filosofía que inició como una desmitificación para fortalecerse como reflexión propia y útil para sobresalir. De ahí que las familias nobles de Atenas apoyaran a los sofistas que enseñaban a los jóvenes los secretos de la oratoria y los preparaban para desempeñarse con eficiencia en los debates que la naciente democracia exigía. Fue tal su importancia como maestros que Sócrates, que atacó con vehemencia su arrogancia, porque ningún hombre es sabio, pagó con su muerte el atrevimiento.
Pero en aquel amanecer del 399 A.C. tres ideas le dieron inmortalidad al pensador y padre de la filosofía occidental.
La primera es la base de la convivencia y la democracia, pues Sócrates murió defendiendo su derecho a pensar y a expresar su concepción de la vida y el mundo. Esa libertad de pensamiento impulsaría el avance de las ciencias con el advenimiento de los tiempos modernos a partir de Descartes y sería una de las tesis fundamentales de los revolucionarios franceses.
La segunda fueron los avances griegos en todas las áreas del saber y su hegemonía en el mundo político, que con Alejandro (alumno de Aristóteles) los llevaría a la conformación del gran imperio donde el macedonio impuso su lengua y cultura. Así demostró mediante el helenismo (primer intento de globalización) que quien tiene el conocimiento tiene el poder.
La tercera, para cerrar el triangulo base de nuestro mundo actual, fue el derecho a interrogarnos y analizar el mundo para buscar nuevas respuestas que impulsen el progreso y hagan del nivel de vida de la humanidad una espiral de cambios cuantitativos inferiores hacia cualitativos superiores y donde según los cánones hedonistas, el placer se impusiera sobre el dolor, y de ser posible erradicarlo de la vida humana.
Pero todo lo anterior será una lección inútil si cada ser humano no comprende que el conocimiento es un regalo que uno se da a sí mismo para coronar la frente de sabiduría y salir triúnfate en la vida. De ahí que la palabra que escogió Pitágoras para describir la búsqueda de la verdad, razón de ser del hombre, fue filosofía que en su lengua natural, el griego, significa amor a la sabiduría.
Amor que padres y maestros tienen el deber de despertar en las nuevas generaciones y sabiduría que no puede ser nuestra si no tenemos la humildad para reconocer que nada sabemos y que es necesario salir a buscar el conocimiento todos los días así como la abeja diligente recorre el mundo para extraer el néctar que las flores le ofrendan y realizar en el panal la magia de la transformación con rico sabor de miel. 

                          AHORA  los libros de Efraín Gutiérrez Zambrano llegarán a su casa. Sólo escriba al correo electrónico: efraguza@gmail.com y le daremos las instrucciones para el pago y envío. Asunto: Pedido

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oración del día

Oración del día

Oración del día