Aprende a caminar sin el peso de las preocupaciones

Si hay algo que envejezca con celeridad, haga mustia la mirada y dé lividez al rostro de nosotros los humanos son las preocupaciones. Ellas nos asaltan como gatos que caen de los tejados a nuestros aposentos en las noches para formar tal algarabía que la noche se eterniza y el lecho nos molesta como brasas. Con su parsimonia al caminar y su risa burlona hostigan el espíritu e inquietan el corazón.
El pueblo tiene dichos que contienen en forma sencilla lecciones de sabiduría y que nos sirven para contenerlas. Dos que vienen como anillo al dedo son aquel que dice que en la canasta de manzanas no se pone la podrida y que la ropa sucia se lava en casa. Pero para seguir el consejo de Don Quijote a Sancho tomemos cada uno e interpretemos y deduzcamos. La canasta de frescas manzanas son nuestros talentos y potencialidades a las cuales amenazan las preocupaciones. Si realmente deseamos vivir en paz y llenar de fortaleza el espíritu no se debe permitir que la angustia se agazape en los rincones del alma. Y el segundo nos indica que el mejor consejero que tenemos es el raciocinio propio y el sentido común. Pero sigamos con la descripción de tan horripilante enemiga como es una preocupación.
Tampoco se piense que ella es indefensa y vulnerable como un infante recién nacido y que será tarea sencilla olvidarla o lanzarla fuera con un simple deseo de la voluntad. De repente se quedará quieta un momento, pero es para llenarse de más bríos y lanzarse a la batalla para aplastarnos bajo su peso.
La sabiduría que dan los años enseña que la mejor estrategia es mirarla a los ojos, desmenuzarla con el bisturí de un juicioso análisis para determinar de qué se  nutre y cuál es su origen.
No le des la oportunidad de que se siente y, acomodada en tu almohada, comience a convencerte con sus disparates y sofismas. Permanecer a solas con ella es prestarse al mejor juego que la inquietud conoce para hacer perder la razón y llevar al ser humano hacia los parajes donde habitan las locuras y la muerte.
Al examinar la hallamos fuerte porque es el pasado nuestro lo que la fortalece. El remordimiento la aviva y la empuja hacia nosotros. Es cierto y todos lo sabemos, hemos cometido equivocaciones que no es posible que corrijamos porque en el tiempo oportuno no lo hicimos y hoy es imposible realizar la enmienda. Ahora sólo es lícito pedir la misericordia de Dios y la comprensión del ofendido para que nos otorgue su perdón. Mas la vanidad y el orgullo nos lo impiden y preferimos seguir cargando con ese bulto que mina la salud porque engendra las células malignas del cáncer. No se olvide que al pasado sólo regresan los idiotas para cambiarlo.
Si es el porvenir el lugar donde se encuentra es también una calaverada dar por entendido que eso sucederá así y que no tiene solución el problema. Seguramente que si diseñamos un buen plan y escogemos las mejores estrategias derrotaremos la ansiedad que nutre esa preocupación.
Pero si es el presente la causa de su presencia no debemos dejarnos asustar por las dificultades que cada día nos obsequia. Lo más indicado es comenzar a enfrentarlas comenzando por aquellos que son más fáciles y prioritarios.
Y si eres una persona de fe, tienes una ventaja sobre los demás porque puedes dejar a Dios la resolución de tus problemas y pedir a Él su sabiduría y consejo para erradicar las preocupaciones de tu vida. Ofrecer a Jesucristo los obstáculos es dejarlos en su cruz para que allí mueran.
Si lo haces podrás soportar, cuando llegue el nuevo día, el peso de la jornada y sin excesos de carga caminarás por la alameda y los pasillos con una sonrisa en los labios porque Dios te dará gozo y fuerza.
Tal vez en un descanso que el trabajo te brinde reflexionarás y comprenderás la moraleja de esta lección: Nada perjudica tanto la salud como pasar las noches contando preocupaciones y dibujando fantasmas que nos llenen de pavor. No es fácil resistir los garfios punzantes de las preocupaciones y mucho menos hallar la fuerza para hacerles frente si no tenemos fe en nosotros mismos y en Dios.        


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