6 de diciembre de 2021
Señor Jesús:
Cuando llueve
torrencialmente y con tormenta eléctrica en el aeropuerto son suspendidos los
vuelos. Sólo se ve un cielo gris amenazante que contagia tristeza al corazón. Pero
al cesar la lluvia nuevamente se puede admirar el sol brillando y se aprecia
alegría en todo el paisaje. Así pasa en nuestras vidas: El cielo gris son las
innumerables dificultades, preocupaciones, desacuerdos y frustraciones que
oscurecen nuestro diario vivir. La inseguridad en las calles, la inestabilidad
económica que produce el desempleo, el desprecio a la persona humana y a la
vida que todos los días reportan los diarios preocupan y entristecen a quienes
directamente afectan.
Pero tu palabra es oportuna y nos
da animo: “Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor
sea con todos vosotros. (2 Tesalonicenses 3:16) Nosotros tenemos una esperanza
viva en ti, Señor. A veces sufrimos la presión de las personas insensibles al
sufrimiento ajeno. Nuestro cielo se vuelve azul cuando nuestra fe descansa en ti,
cuando oímos que nos dices: "No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios" (Isaías 41:10). Lo que disipa nuestra angustia
es la fuerza que tu Santo Espíritu nos da, pues en nosotros mismos no hay
fuerza que mitigue tanta incertidumbre y desasosiego. Las dificultades, como la
lluvia se comienzan a evaporar cuando las ponemos en tus manos. Dios
Todopoderoso y Padre nuestro, gracias por la vida de tu Hijo amado, quien nos libera
del mal que nos rodea y nos llena de confianza y paz. "Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias, y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús" (Filipenses 7). Creemos en tus palabras y así esperamos tu
liberación. Ven pronto, Señor Jesús. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario