Oración del día
12 de diciembre de 2021
Padre celestial:
Gracias por este nuevo amanecer.
Durante la noche ha llovió y me siento preparado para dialogar contigo. Envía
sobre mí tu Santo Espíritu para que guíe mi pensamiento y mis palabras.
«¡Sea hombre!», dicen algunos adultos
a un adolescente, es decir, haga como nosotros, siga nuestros ejemplos. ¡Déjese
llevar por las mismas tendencias de los que son mayores! Beber licores y fumar
es de hombres, tener relaciones sexuales indiscriminadas es de gente grande. Para
mostrarse hombre no debe hacer caso a la voz de conciencia, debe renunciar a sus
propias convicciones y dejarse llevar por los impulsos y palabras de los que
son mayores. Somos «valientes», incapaces de resistir ante una sonrisa que
invita al mal. Somos «fuertes», porque no somos capaces de decir no a las tentaciones
y caemos en los peores vicios. Somos «libres» porque nos dejamos esclavizar por
los intereses mezquinos, las pasiones y la opinión de los demás. En cambio, Dios,
a través de la palabra, nos dice algo totalmente diferente: "Portaos
varonilmente" (1 Corintios 16:13), pero como hombres que saben permanecer
puros, sobrios, que respetan a los demás, se respetan a sí mismos y resisten al
mal. Como hombres dignos que se enfrentan a las burlas para obedecer al Señor
Jesucristo, y de este modo se atreven a desafiar la opinión de los demás. Estos
son los hombres a quienes Dios ama porque le creen y obedecen, pues hay dos
maneras de «ser hombres»: vivir en el mundo según nuestra naturaleza llevada
por nuestra propia voluntad, por nuestras codicias, o vivir según la nueva vida
que Dios nos dio mediante la fe en Cristo, quien nos amó (Efesios 5:2) e hizo
de nosotros hijos de Dios, hombres según Dios. Danos hoy tu fuerza para que
obedezcamos tus mandamientos y no los de los que se creen seres humanos superiores.
Enséñanos a seguir los ejemplos de tu amado Hijo y no los impulsos de nuestra
naturaleza proterva. Amén.
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