Oración del día
16 de diciembre de 2021
Padre celestial:
Perdona nuestra omisiones y palabras ociosas. Sabemos que oyes y escuchas. Ninguna palabra pronunciada por los seres humanos escapa a tu soberanía. Mentiras, blasfemias, injurias, difamaciones, vulgaridades... Todas estas cosas son consideradas por Ti, Señor y Dios nuestro, como ultrajes que comete su criatura. Leemos en el Evangelio que "de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio" (Mateo 12:36).
¡Dichosos aquellos cuyos pecados fueron borrados
por la sangre de Jesús, los que depositaron su confianza en el Salvador! No
tendrán que ser juzgados, pero eso no significa que Dios no escuche lo que
dicen. Que ninguna palabra inoficiosa salga de nuestra boca y entristezca a
nuestro Señor, quien nos rescató pagando con su vida (Efesios 4:29; 5:3-4). Más
bien agradezcámosle por todas sus bendiciones y oremos con confianza contándole
nuestras necesidades. Él oye nuestras oraciones, las escucha, está atento y las
responde (Salmo 65:2). "Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno
de sus beneficios" (Salmo 103:2). También está atento a todo lo que dicen
sus hijos entre sí. Le agrada oírlos hablar de su bondad, de las respuestas a
sus oraciones y de la esperanza de estar pronto con el Señor Jesús. Lo que
más le gusta es oírlos hablar del Salvador que tenemos en común. Para ello es
necesario que sus corazones y pensamientos estén llenos de Él: "De la
abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12:34). Claman los justos, y
el Señor oye, y los libra de todas sus angustias. (Salmo 34:17) Entonces los
que temían al Señor hablaron cada uno a su compañero; y el Señor escuchó y oyó.
(Malaquías 3:16) Que hoy te amemos de verdad y que nuestras conversaciones sean
alabanzas a nuestro Padre y Señor. Amén.
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