Oración del día
Señor y Dios nuestro:
Gracias por la vida de tu Hijo que murió en
nuestro lugar con el fin de borrar para siempre las consecuencias del pecado
que nos separaba de Ti. El apóstol Pablo dice categóricamente: “Cristo murió por
nosotros”. (Romanos 5:8)
Pero también enviaste tu Santo Espíritu para
que morase en nuestros corazones y suscitase el arrepentimiento por la ofensa
hecha. “Vosotros sois templos vivos del Espíritu Santo” expresó el mismo apóstol.
Cuando te dejamos obrar, Señor y Dios
nuestro, nos das el privilegio de ser tus hijos, formar una gran familia cuya
ley suprema es el amor. Por el Espíritu de adopción podemos llamarte Padre nuestro.
(Romanos 8:15-16).
Mas tu amor es fecundo y deseas que todos
participen de las delicias celestiales. Por eso tu Hijo, después de la resurrección
nos dio el mandato de ir por todo el mundo predicando tu Evangelio. Danos en este
día, Señor, la fortaleza para salir por el mundo sin temores y decir a todos que
Tú eres un Dios de amor que desea la conversión del pecador y no la muerte. Amén.
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