Oración del día
30 de enero de 2022
Señor Jesús,
Tú eres nuestro salvador. Tú nos enseñaste
la grandeza de Dios y aun así, viviste la pobreza. Enséñanos en este día que la
acumulación de cosas materiales nos lleva a la avaricia y el compartir con el
necesitado nos santifica. Permítenos acumular buenas obras para enriquecernos
en el espíritu y que nuestras manos se vuelvan solícitas para erradicar la
miseria que padecen muchos de nuestros hermanos. Que no sea nuestra
preocupación vender en el mercado sino compartir en casa. Que hoy imitemos la
generosidad de tu Padre, aquella ley suprema y primordial, esa que hace llover
sobre ricos y pobres y hace brillar el sol para todos sus hijos sin hacer
clasificaciones o discriminaciones. Gracias Padre nuestro por entregarnos tu
obra más bella, la tierra, con sus fuentes, ríos, mares, bosques trigales, y
viñedos para que todos los habitantes dispusieran de sus bienes.
Perdónanos, porque en nuestro egoísmo, nos
hemos apropiado de todo y hemos generado la miseria en un mundo inmensamente
rico. Perdónanos porque no hay ley ni autoridad que detenga la miseria y cada
día vemos en las calles y basureros más mendigos. Perdona nuestra indiferencia
y danos en este día entrañas de misericordia para que salgamos alegres a
recibir al hambriento y necesitado para compartir con él nuestra mesa, que no
nos apeguemos al vestido que tenemos guardado, sino que vistamos al desnudo,
que hoy tengamos la dignidad de enaltecerte cumpliendo tu mandamiento del amor
y sin discriminar a nadie procuremos hacer un mundo más humano, más justo y
uniforme en bienestar para todos. Que tu Santo Espíritu nos dé la sabiduría y
fortaleza que necesitamos para cumplir este propósito. Amén.
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