El lenguaje del corazón


Muchas veces sentimos peligros que acechan y vislumbramos hechos que en el futuro aguardan. Solemos llamar a estas premoniciones corazonadas. Pero hay gente que presagia lo negativo y desde antes que suceda ya se les ve preocupados y tensos. Hasta se les oye preguntarse por qué será que todo lo que no sirve, todo lo negativo, lo adivino y así como lo pienso, así sucede. Otros, aceptan que la buena fortuna les avisa su visita y comienzan a celebrar la fiesta antes de llegar el día. Mas resulta que en ocasiones se equivocan porque donde esperaban alegría sólo hallan tristeza.
Estas corazonadas son útiles como prueba para afirmar que todo el universo, Dios y los demás se hallan de tal manera comunicados con nosotros que es imposible negar la conexión entre las dimensiones del ser humano. En la física, por cierto la más evidente, el cuerpo informa de futuras dolencias y enfermedades que, si prestamos atención a su llamado, podríamos evitar. Pero ante los primeros síntomas no hacemos nada porque pensamos que eso pasará pronto y cuando ya nada podemos hacer decidimos buscar al médico.
En la social, los hechos son claros y precisos. Las fluctuaciones de la economía y las jugadas de los políticos corruptos señalan las crisis que acontecerán pero tarde comprendemos que nosotros con nuestro silencio y nuestro voto los apoyamos y nos hicimos cómplices.
En la emocional, notamos los cambios en las conductas y actitudes del ser que amamos, pero nos hacemos los de la vista gorda, como solemos decir, y aplazamos el necesario diálogo para cuando ya de nada sirve sentarnos a dialogar con nuestra pareja o con nuestros hijos. La familia se destruye y luego nos sentimos culpables por no haber hecho nada para evitarlo.
Si perdemos a esa persona que nos importaba o al amigo que era leal con nosotros no tenemos la valentía suficiente para reconocer el error que cometimos porque el orgullo es mayor y nos consideramos idiotas si vamos a buscarlos para pedirles perdón por las ofensas.
Cuando salimos a buscar un nuevo trabajo o leemos el perfil requerido para un determinado empleo que podría beneficiarnos, nos enteramos que ese curso lo debiéramos haber tomado o terminado, pero la pereza o la inconstancia no lo permitieron y ahora vemos con impotencia que perdimos una magnífica oportunidad para mejorar el nivel de vida individual y familiar.
Los sutiles llamados de la conciencia nos dicen que necesitamos escuchar esas corazonadas. Que el problema que tenemos y no sabemos solucionar requiere el consejo oportuno y desinteresado de alguien que nos ama pero el instinto egoísta nos recuerda que no necesitamos de nadie.
Estas situaciones empiezan a afectarnos y a interrumpir el sueño en las noches y a mortificarnos durante el día. Quizás nuestra razón nos diga que es hora de hacer algo al respecto, pero la terquedad es mayor que la necesidad de cambio.
No fácilmente nos damos cuenta que debemos vivir  de modo diferente, mágico, feliz, sin preocupaciones. Si queremos disfrutar este estado es necesario buscar mayor unión con nuestra pareja e hijos, con nuestros amigos y compañeros de trabajo, con nuestros vecinos y hasta con aquellos extraños que en la calle hallamos.
Pero también existen, aunque sean pocos, los seres humanos que no se inmutan ni ante la desgracia que se espera ni ante la victoria lisonjera que el corazón transmite. Ellos son dichosos porque viven de la realidad que presenta cada amanecer cuando el sol disipa las tinieblas. Saben encarar las dificultades con valentía porque piden a Dios sabiduría y fortaleza. Valoran a todos aquellos a quienes dan amor y no temen a las ingratitudes de las almas ruines.    

AHORA  los libros de Efraín Gutiérrez Zambrano llegarán a su casa. Sólo escriba al correo electrónico: efraguza@gmail.com y le daremos las instrucciones para el pago y envío. Asunto: Pedido

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oración del día

Oración del día

Oración del día